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El ataque yemení fue una escalada cualitativa que ensombreció el frente interno de la ocupacion israelí, como indicador de las capacidades futuras de los oponentes de la entidad colonialista.
El ataque yemení con el dron “Jaffa” no fue el más violento desde un punto de vista militar, ya que estuvo precedido por muchos ataques con drones y misiles balísticos y alados, pero fue el más desafiante desde un punto de vista político y estratégico, ya que tenía como objetivo la región central, específicamente la ciudad de Tel Aviv, con lo que representa para el Estado de Israel y los israelíes.
El momento de este ataque, que precedió a la visita del Primer Ministro de la ocupacion genocida israelí Benjamín Netanyahu a Estados Unidos, y que encabezó el programa de la visita fue su esperado discurso ante el Congreso el 24 de julio, y coincidió con la escalada de la guerra de exterminio en la Franja de Gaza y la comisión de una masacre tras otra, impusieron nuevos datos sobre el curso de la guerra en curso en sus múltiples frentes y pusieron de nuevo en primer plano las posibilidades de una guerra integral, especialmente porque el asunto no será limitado. a la acción yemení y a la reacción israelí que tuvo como objetivo la ciudad de Hodeidah, sino más bien a una serie de reacciones, que pueden escalar en tendencias que nadie puede predecir dónde y cuándo terminarán, a la luz de las amenazas yemeníes de una decisión decisiva y respuesta rápida al ataque israelí.
