La huelga general en la ocupacion paralizó las instalaciones de la vida, que fue anunciada ayer y a la que se sumaron los sindicatos Histadrut tras el asesinato de 6 prisioneros israelíes en un túnel en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Las principales empresas, mercados y tiendas cerraron sus puertas al público israelí.
Anoche también se sumó a la huelga el Sindicato de Médicos, subrayando que los hospitales sólo abrirán para casos de emergencia.
Anoche, la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó con trabajar para responsabilizar y castigar a todos los empleados que se adhieran a la huelga, después de llamados a incluir a los ministerios gubernamentales.
Mientras tanto, el Ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, amenazó con deducir la compensación financiera por un día de trabajo a todos los que participen en la huelga.
Cientos de miles de israelíes protestaron anoche en Tel Aviv y otras zonas contra el fracaso en impulsar un acuerdo de intercambio de prisioneros que devolviera lo que quedaba de ellos.
La policía israelí arrestó a más de 29 manifestantes durante esas manifestaciones.
