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Los ciudadanos expresaron su temor de que las fuerzas de ocupación regresaran para asaltar la ciudad y su campamento después de que se retiraran y se desplegaran en los puestos de control militares circundantes, como sucedió muchas veces antes.
21 ciudadanos fueron martirizados, entre ellos niños y ancianos, y otros resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad, en la agresión de la ocupación contra la gobernación de Jenin, que fue descrita como la más sangrienta y violenta desde 2002.
Durante la agresión, las fuerzas de ocupación desplazaron por la fuerza a decenas de residentes y los obligaron a evacuar sus casas, que convirtieron en cuarteles militares y destruyeron algunas de ellas.
Las fuerzas de ocupación también destruyeron las calles y toda la infraestructura de Jenin y su campamento, y arrestaron a muchos ciudadanos.
La Defensa Civil Palestina confirmó que la ocupación llevó a cabo una destrucción sistemática de edificios, servicios y carreteras, obstaculizando el movimiento de la población de Jenin.
